domingo, 26 de junio de 2016

Otra Más y van...

La ministra de Educación y Cultura, que le falta bastante educación, dijo el viernes que no entendía por que los maestros reaccionamos tan enfáticamente a sus dichos, si ella se había referido a una persona en particular; y para colmo la remata con una frase célebre, de la mejor soberbia que puede llegar a tener una persona, "los que hicimos carrera universitaria recordamos con cariño a nuestros maestros".
Estimada ministra, le recuerdo que su frase célebre dejaba traslucir toda su soberbia sobre el magisterio nacional, usted no atacaba a una persona por su profesión, que es muy grave de de por sí, sino afirma que no tiene la talla de ocupar altos cargos por ser maestro, y todavía peor, le agrega un grado. Ser maestro es un orgullo que muy pocos pueden ejercer y amar, somos maestros de primero a sexto, porque señora ministra no nos especializamos en un grado, eso es grave que usted no lo sepa, siendo la principal responsable de la educación nacional.
Con respecto a su segunda afirmación, créame que no solo los alumnos que realizan una carrera universitaria nos recuerdan con especial cariño, sino todos nuestros alumnos. No le voy a aburrir con decirle cuántos saludos recibimos cuando andamos en los barrios donde trabajamos, tampoco me voy a arrogar comentarle que en mi condición de profesor de Educación Secundaria, con cuanto cariño se acercan esos adolescentes a darte un beso y hacerte recordar cuánto influiste en su formación. Otra vez su soberbia pudo más, que su falta de humildad.
Cuando todo estos parecía quedar en el eco de unas declaraciones desafortunadas (cada vez son más constantes en usted) hoy la vuelve a embarrar, y dice que si es obstáculo se va. No necesitamos que se haga la víctima, porque otra vez caracteriza su soberbia, usted es perjudicial para cualquier ámbito donde tenga subordinados, no solo en el Ministerio de Educación y Cultura, le recuerdo que la única vez que perdió la agrupación FOSALBA el Sindicato Médico fue en su administración frente al Ministerio de Salud Pública, ni sus compañeros fueron capaces de tolerarla y prefirieron poner al frente del sindicato a una oposición.
De corazón ministra, usted es un obstáculo, con usted no hay diálogo, y si lo hay lo hace desde la soberbia, por eso es mejor que cumpla sus palabras y presente de inmediato su renuncia, que de seguro quién la remplace hará mejor las cosas que usted.

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