sábado, 17 de diciembre de 2011

La Grandeza de Renunciar

Hoy vuelvo a escribir, y pido por primera vez la dimisión del Sr. Presidente de la República, Don José Mujica. Es sabido que desde hace tiempo, la presidencia le queda grande, y más aún todavía no tiene una dirección que nos lleve a buen puerto.
Hace días atrás, le pedía que dejara sus vínculos de amiguismos e ideológicos, y que velara por los intereses de nuestro país; parece que hizo caso omiso, y veló por los intereses de otros menos los de sus compatriotas.
Es bueno recordarle al Sr. Presidente que es de todos los uruguayos, seamos de izquierda o de derecha, del norte del Río Negro o del sur; y es él, el que defendiendo los intereses de nuestro país, nos defiende a todos.
Hoy su país merece un gesto de grandeza, y no es otro que reconozca su fracaso como gobernante, y dimita, así como lo hizo ese gran hombre que fue el Gral. De Gaulle, que se alejó de la presidencia por el bien de su país, siga su ejemplo y haga lo mismo.
Si no lo hace, lleva a Uruguay, a perder su soberanía frente al mundo, y lo peor de todo a ser aislado, y dejar a nuestros compatriotas sin resguardo en los diferentes países europeos donde viven.
Por último quiero mencionarle que Jonatan, el hijo de Saúl rey de Israel, tenía grandes sueños para cuando fuera gobernante, los mismos que tendría usted, pero se dio cuenta que había otra persona más capacitada para ese cargo que él, y tuvo la nobleza de dar un paso al costado, siga su ejemplo y de un paso al costado para que se lo recuerde en la historia, no como un guerrillero sino como un Presidente que supo poner los intereses de la nación antes que los suyos. Por ello es momento que dimita, y de paso a otro.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Entregar la soberanía

En la mañana de ayer mientras desayunaba, leía los titulares de la prensa, y con asombro veía que nuestro veremérito presidente había dado la orden de que los barcos ingleses, con destino a las Islas Malvinas, no podían atracar más en nuestro puerto.
Si bien no compartimos la decisión podía ser un acto meditado y estudiado en sus consecuencia, pero cuando continuamos leyendo la nota, se menciona que este señor que ocupa la primera magistratura de nuestro gobierno, ha dictado ésta resolución, no por convicción, sino por mandados del gobierno argentino, si lo que leyó, le hizo los mandados del gobierno de Cristina.
Esta decisión es una tomadura de pelo hacia nuestra soberanía, aquella que defendieron grandes hombres de nuestra historia nacional, como el caso de  Prudencio Berro, aquél hombre que se mantuvo firme en la no renovación de los tratados de 1851 con el Imperio de Brasil, ese si era un hombre de convicciones nacionales, no como este caso donde un país que no mira su casa sino la del vecino, y nos agrede constantemente en los organismos internacionales, y nosotros le seguimos sus directivas.
No podemos olvidar que Uruguay, es un país chico, y que su subsistencia y reconocimiento mundial, no es por su poderío económico, sino por las buenas relaciones y su excelente diplomacia, que logró llevar acabo de 175 años, porque los últimos 7 han sido para el olvido. Con cancilleres de grandes tallas como Gros Spiel, Abreu u Opertti, que nada se parecen a Gargano o Almagro, éste último mientras Argentina nos clavaba un puñal por la espalda en el G 20, se encontraba en ese país en un mitín político, de vez de velar por nuestros intereses nacionales.
Uruguay, a pesar de éstos 7 años de deficitaria labor diplomática, debe volver a sus orígenes, de ser un buen anfritrion con sus puertas abiertas, y marcando claramente su soberanía, hoy más que nunca deben resonar las palabras del prócer de la Patria "No venderé el rico patrimonio de los orientales al bajo precio de la necesidad", y más que nunca señor Mujica, no puede olvidarse del artículo 4 de la constitución nacional "La soberanía en toda su plenitud existe radicalmente en la Nación, a la que compete el derecho exclusivo de establecer sus leyes, del modo que más adelante se expresará", y por sobre todo aplique el artículo 2 de la carta magna "Ella es y será para siempre libre e independiente de todo poder extranjero", no la haga dependiente de sus amigismo y afinidades ideológicas.
Por último, no podemos olvidar que este es un acto más de un hombre que hace rato le queda grande presidir el gobierno nacional , ya no manda ni en su casa, y menos un consejo de ministros, donde cada uno hace lo que se le canta, menos la de respetar la voluntad del Sr. Mujica.