domingo, 26 de julio de 2015

Uruguay el País más Caro en América

Hasta hace poco, solamente la oposición decía que la vida del país se encarecía, mientras que con una total falta de sinceramiento el entonces Vicepresidente de la República, hoy devenido en Ministro de Economía,  Contador Astorí nos mentía en la cara, diciéndonos que el país marchaba regio, que solamente eran inventos opositores. A casi cinco meses de asunción del nuevo gobierno, la economía no solo ha dado muestras claras de desaceleramiento, sino también en un hito histórico la nueva conducción del país ha permitido una devaluación del Peso en más del 16% , llevando a que la población sufra sus consecuencias. Podemos decir, junto a la economista Arbeleche, el Contador  Astori tuvo una total deshonestidad intelectual, y que no solamente el país iba perdiendo su viento de cola, sino  tampoco tenía las reservas suficiente para aguantar la época de vacas flacas. También es cierto, y comparto con Carlos Demasi, que ningún gobierno deja plata dulce para que otro la gaste a costa de su esfuerzo, por eso han tenido que recurrir tanto a imponer nuevos impuestos sobre la producción en perjuicio de todos.
Ahora, ¿la culpa es solo del Frente Amplio de que este país sea el más caro de América? La respuesta de cualquier opositor como es mi caso, diría abiertamente si, son ellos los responsables; pero en este caso no equivocamos, aquí son los tres Partidos Políticos principales del Uruguay los grandes responsables de la carestía que vive el país, ninguno hizo nada para cambiar la política económica heredada de la dictadura.
Vegh Villegas, un economista que en sus primeros pasos gozaba de la simpatía de don Carlos Quijano, con su modelo neoliberal (algunos lo acentuaron y otros lo diminuyeron pero sin dejar de aplicarlo), hizo que el estado solamente fuera juez y gendarme, buscaba no  involucrar demasiado o casi nada al Estado en la producción nacional; entonces los precios comenzaron a variar entre oferta y demanda, sin que el Estado se preocupara mucho de la carestía de la población, salvo cuando los datos inflacionarios no le daban.
Ninguno de los tres mientras gobernó trató de proteger a la población con precios cuidados, alentando el consumo a través de la disminución de impuestos.
Ahora cuando la cosa quema por todos lados, unos y otros se echan la culpa, y nadie se hace responsable de sus acciones de gobierno, es hora que gobiernen para todos, en especial del lado de los más necesitados, y a ambos hay que recordarles que no se necesita fabricar pobres y luego aparecer como salvador dándoles dádivas para que los voten, sino todo lo contrario generar políticas para abaratar el costo de vida y así salvar a los más vulnerables.
Buena semana

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