domingo, 19 de julio de 2015

El amor todo lo puede

El amor todo lo puede escribió hace casi 2000 años atrás el apóstol Pablo, y es una lectura que se repite como una campana en las celebraciones. Es cierto que el Señor había dicho que no hay mayor amor que dar la vida. Peor hoy quiero detenerme en la lectura de Pablo, yo la verdad no la elegí para mi matrimonio, elegí una carta del mismo Apóstol de revestirse del hombre nuevo.
El amor, lo puede todo, si en verdad nos revestimos de ese hombre nuevo, nada puede cambiar sino hay amor en un hombre nuevo, es como poner vino en odres viejo, el vino del amor debe estar siempre en odres nuevos, y debe embriagarnos en toda la vida del matrimonio.
El matrimonio no es como lo pintan en las películas, el matrimonio tiene cosas buenas y de las otras, para mi mi matrimonio, se funda cada día más cuando estamos uno al lado del otro en las cosas malas, en esas que muchas veces no entendemos y que nos suceden como pareja.
El apóstol nos dice que todo se puede, que ese amor verdadero y puro, más allá de las dificultades se camina al lado. Yo me di cuenta  que mi compañera de ruta, mi amada Sol, ha sido la compañía que necesitaba, en los peores momento de este camino, cuando no podía caminar, ella con su amor me llevó en andas.
Hoy la cosa ha cambiado, y es el momento de que yo la lleve en andas, ahora que no puede caminar. Me ha preguntado si la voy a dejar, que si la amo, y yo quiero decirle que no solamente no la pienso dejar y que la amo profundamente; y que ese amor que me cargó ahora me toca a mi cargarla. Porque un matrimonio se camina de la mano.
Mi opinión es que un matrimonio no son cosas siempre lindas, sino lo hace fuerte la tempestad porque hacen los verdaderos cimientos del amor.

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