lunes, 21 de septiembre de 2015

Mis Conclusiones sobre la Iglesia del Salvador y su trabajo en la década de los '70

Les dejo mis conclusiones sobre el trabajo de investigación en Historia Americana de la Iglesia en Latinoamérica, y en especial de El Salvador con el Mártir Mons. Romero. 
 La Iglesia no solo fue la voz de aquellos que no tenían voz por ser los más desprotegidos, sino realizó un trabajo encomiable haciendo tomar conciencia al pueblo de sus derechos.
Si nos ponemos a pensar, y en mi caso como alguien que integró las huestes eclesiales, miramos con mucho amor el documento de Pueblo, veíamos sus conclusiones como verdaderas representante de la opinión de los sucesos de lo que vivía la población de toda América, pero ello no puede ser entendido primero sin el Concilio Vaticano II, y sobre todo la Conferencia de Medellín.
Medellín es la toma conciencia real de los prelados eclesiales de las graves situaciones de su pueblo, donde la mayoría no solo vivía de bajo de la línea de pobreza, sino además eran explotados por grupos burgueses aliados al gobierno que bloqueaban toda posibilidades de derechos a esos excluidos.
El trabajo de la iglesia de El salvador, y de toda América Latina, fue un trabajo de base, es decir un trabajo en grupos pequeños para a través del evangelio ir tomando conciencia de la situación que atravesaban, y de las dificultades a la que eran expuestos.
Fue la misma Iglesia, que puso bajo su amparo a las primeras organizaciones campesinas surgidas luego de tomar una clara conciencia de su situación de gran vulnerabilidad que se encontraban frente a un Estado autoritario y oligárquico. Sin la debida protección que empleo para la formación de la formación de los campesinos hubiera sido prácticamente imposible el éxito que fueron teniendo, al menos en agruparse. Es muy probable que el gobierno viendo las movilizaciones campesinas hubiera atacado a los principales líderes con grupos paramilitares como luego sucedió, pero el movimiento ya estaba consolidado.
A mi entender la Iglesia, como una institución de formación ideológica, para mi es indiscutible esta afirmación, a través de los sacerdotes como el Padre Grande (asesinado por las fuerzas gubernamentales), y muchos otros, tuvieron el invalorable apoyo de su arzobispo Monseñor Óscar Romero, que claramente comprendió donde estaba la verdadera razón del compromiso del pueblo salvadoreño. Su muerte como mártir en defensa de las denuncias realizadas debido a las atrocidades cometidas por el gobierno, hicieron que la Iglesia del Salvador tuviera todavía más conciencia de la actitud que debía tomar, en una sociedad que se estaba polarizando e ingresando a una cruenta guerra civil.
Para finalizar, podemos decir que la Iglesia, no fue una simple compañía de la toma de conciencia de la realidad salvadoreña, donde amoldó el discurso para quedar al lado de los más pobres; para nada de ello solo se abrió de la toma de conciencia cuando poco a poco el movimiento que había ayudado a formar en el campesinado comenzó a tomar la línea marxista leninista, del cual no estaba de acuerdo.
Por último, me parece muy imperante señalar la importancia de la Conferencia de Medellín, es a mí entender la que da una nueva visión en materia de revelarse cristianamente ante la situación, propiciada por una ideología que tiene mucha importancia en los pueblos americanos.

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